miércoles, 30 de noviembre de 2011

Profr. Hermelindo Jan Roblero: Un buen conversador



El profesor Hermelindo Jan Roblero (La Grandeza Chiapas 1930), hombre de vasta cultura y amena conversación, compartió a través de una entrevista, algunas de sus vivencias, anécdotas y momentos trascendentes en su vida, en los que deja ver una personalidad optimista, llena de  un profundo respeto a sus semejantes y un amor inacabable a la vida. 

Amigo de mi padre, en los tiempos en que fue Recaudador de Hacienda en Motozintla, me tocó  escuchar algunas de sus pláticas en los que evidenciaba su destreza por hacer sentir cómodo  a la gente, sus diálogos educados, el temperamento equilibrado, su voz pausada, su andar elegante, la apariencia siempre limpia y pulcra, en fin, siempre quise ser partícipe de sus coloquios. Al fin, luego de algunos años me tocó la experiencia.

La cita fue en la Cafetería “Cafetto”, cerca del parque central  de la ciudad de  Motozintla. Puntual asistió a la hora indicada, las 5: 30 p.m. Empujó decidido la puerta de entrada y nos acompañó en una de las mesas seleccionadas para la entrevista, vestía pantalón de vestir café, camisa manga corta color verde claro, chamarra negra, zapatos  color café. Llegó solo, a mi me acompañaba el colega Reydover Pérez Roblero. 

Los temas fueron diversos y fueron surgiendo azarosamente, aquí presento en exclusiva para los lectores de “Tribuna de la Sierra”, los rasgos más sobresalientes de dicha plática.
– ¿Cómo se vive la vida, y como se ve a sus 81 años?
- Con más realismo, más intensamente. Sinceramente le doy Gracias a Dios, por toda la trayectoria de mi vida. 

En mi etapa de niñez mis padres atravesaban una época difícil, hablando en términos financieros… pero pudieron salir adelante. Tuve grandes oportunidades, grandes enseñanzas, provenientes de grandes maestros, entre ellos el profesor Fausto Reyes Camas. 

- ¿Cuál fue su primer empleo?
- No fue un empleo, propiamente, fue más bien un aprendizaje de oficio.  Mi padre era sastre, al ver que no podía enviarme a los siguientes estudios, después de la primaria pero con una visión verdaderamente grande, habló con Mario D’Gyves Aquino, que era el  Administrador de Telégrafos, y me recomendó como aprendiz de telegrafista, sin sueldo claro. Así estuve unos seis meses, como meritorio. Posteriormente me proponen como telegrafista a la ciudad de San Cristóbal, porque había una vacante, a esa edad yo tenía 13 años. 

-Usted, fue controlador aéreo.  ¿Cómo ingresó a la compañía de aviación?
- En un corto tiempo ascendí de puesto, de san Cristóbal, emigré a Tuxtla Gutiérrez y de allí a Tapachula Chiapas, durante todo ese tiempo yo estudiaba inglés por correspondencia, a través de unos cursos que ofrecía la Hemphills School. Estando allí, el gerente de la Compañía de Aviación en Tapachula se llevaba muy bien con el Administrador donde yo laboraba, y en una ocasión, se platican de la necesidad de que hubiera un operador de controles aéreos que supiera hablar inglés, porque las indicaciones a los pilotos era únicamente en inglés, y pues allí debido a mi carácter metódico, disciplinado, fui recomendado para ingresar a esa compañía. 
Gilberto rivera Santos, gerente de la compañía de aviación en Tapachula, me propuso para ascender de puesto, así estuve en Monterrey, Chihuahua, Tijuana y Mexicalí, en donde llegué a ser Inspector de Controladores Aéreos, con una responsabilidad a mi  cargo de coordinar a 25 personas. 

- ¿Cuál fue la mejor etapa de su vida en su juventud?
- Una etapa realmente maravillosa, que recuerdo con mucho gusto y con nostalgia, esa etapa de mi vida, en la que yo, tuve la dicha de tener un maravilloso empleo, con la oportunidad de cumplir un sueño de mi vida, la plenitud, la dicha y la satisfacción, imagínate pues, yo a los veintitrés años de edad,  era Jefe de inspectores de controladores aéreos.

- ¿Alguna anécdota de esa época?
 - Con unos compañeros del trabajo, nos fuimos a la ciudad de San Francisco, y ya entrando la noche nos fuimos a buscar hospedaje, y no encontramos habitación disponible, en ningún hotel, y entonces, a alguno se le ocurre la idea de irse al cine, esos que funcionaban veinticuatro horas continuas, pues para pestañear un poco, pero al ingresar al cine, estaba repleto de gente, todos dormidos. La gente aprovechaba ir al cine a dormir, porque no había lugar en ningún otro lado. 

En otra ocasión, un compañero nos pide cooperación para irnos de farra, entonces fuimos a un muy buen lugar, ya ahí reunidos, me dice el más cercano, “pinche chamula, pero no te vayas a ir”. Esa fue una convivencia muy bonita, así me distinguían, yo orgulloso, porque me hacía representar a todo Chiapas en esa expresión. 

-¿Cómo fue que regresó a Motozintla? 
-Viviendo en la frontera con Estados Unidos, yo tenía un muy buen sueldo ganaba en dólares, no tenía intenciones de regresar,  iba a varias ciudades gringas “San Francisco”, una de ellas. Las salidas a los lugares de moda, la variedad de los centros nocturnos, bueno ni por acá me pasaba regresar, mi padre me iba a ver y me daba a entender que requería de una mano que le apoyara con la empresa, y esa mano era yo, pero yo no deseaba cambiar esa mi vida, ese mundo. 

En unas vacaciones que tuve, Felipe Hueda, me comunica “Oye hay tardeada hoy, van a ir varias muchachas, vamos”.

En la casa de Don Francisco González, el papá del papá del exdiputado Rafael González Chamlati, se organizaban tardeadas para la muchachada, con la marimba de Flavio de León. 

Mi padre me iba a ver seguido, a Tijuana y me decía “necesito que alguien me dé la mano”. Pero no fue eso lo que originó mi regreso, mi regreso se lo debo a que en esa fiesta conocí a una bella muchacha hija de un señor que había sido juez en Motozintla, Eduardo Arguello Rabasa.  Ella esa tarde llegó envuelta en un vestido tallado color violeta tenue,  Clara Luz Arguello Gordillo, bailamos toda la tarde y, ya a la semana ya estaba yo de vuelta queriendo volver a verla. Estuve casado con ella 46 años. 

- Cuantas veces se casa Ud.?
- Una vez solamente. Con una muñeca, Clarita era una muñeca, en una ocasión la enviaron en avión de aquí a Tuxtla Gutiérrez a representar a la región en un concurso de belleza. 

- ¿cómo se convierte en profesor?
- Mi maestro Fausto Reyes Camas, me invitó un día, diciendo que quería hacer una secundaría, como yo sabía inglés e invita a formar parte del comité pro fundación de la  actual Secundaría Diurna del Estado. En ese tiempo Efrain Aranda Osorio, distinguido motozintleco, que era gobernador del estado, le da el reconocimiento oficial a la creación de la secundaria, pero, no sé porque detalles,  desconoce  al profesor Fausto como director y le da el mando a otra persona, mi profesor no perdonó ese desairé y se retiró a otras actividades. 

Mi hermano Enrique que fue director del centro de salud, mandó a encorralar el terreno que había visto apropiado para el centro de salud, pero los padres de familia muy organizados lo solicitaron para que se hiciera allí la secundaría y él lo cedió. 

Rosario Marin de lorenzana, la primera presidente en el estado, una mujer terrible, de gran carácter, en uso de sus facultades legales, quería para sí ese terreno, pero la sociedad lo defendió. 
Posteriormente Juan Felipe Dardón, nos  lo concede oficialmente y hasta nos da recursos para construir dos pequeñas aulas. 

- Ud. fue director de esa escuela?
Yo fui director de esa institución después de otros tres directores, Mario Ariosto Cruz,  Jorge Narváez, Manuel Sobrino Brindis, duré en el cargo ocho años. Ad Honorem. 

- ¿Cuándo y cómo fue que llegó a ser Presidente Municipal?
- Por recomendación de Don Patrocinio González Blanco Garrido, me mandan a traer al Congreso del estado para tomarme la protesta de ley inmediata como presidente del consejo de gobierno municipal, porque el presidente de ese entonces Felipe López Trejo no supo administrar el H. Ayuntamiento y  salió huyendo al parecer a Guatemala, el tesorero Municipal de ese entonces y Sindico Municipal si fueron encarcelados, pero eran amigos míos. Yo todos los días, antes de entrar a la presidencia, pasaba yo a saludar a mis amigos y después me instalaba en el despacho. 

- ¿Le tiene miedo a algo?
- A la muerte no 

- ¿Al dolor?
Al Dolor sí, soy muy sensible al dolor, 

- ¿Bebe alcohol, fuma?
- Bebo muy poco, porque soy casi alérgico, después de dos o tres copas, me pongo rojo, me sale alergia, me incómoda, no puedo beber más, aunque tengo en casa algunas botellas de vino, tequila, jérez, una copa me la echo, pero no más. 
No fumo. 

- ¿hace dieta?
- No. 

Yo tengo muy buena digestión, al rato quizá me eche una buena torta. 

-¿Se considera un hombre valiente?
- Soy un hombre de decisiones. 

- ¿Tiene pasatiempos? 
- Me gusta jugar pokar, dominó al billar. 

- ¿Cree en Dios?
Ahorita no profeso ninguna religión, me encuentro en una etapa de búsqueda, abierto a todas las corrientes de pensamiento.  

Si creo en dios y en las enseñanzas de Jesús. Creo en Dios, porque cuando veo todas las cosas que tenemos en la naturaleza, no puede uno pensar que ese hicieron por sí solas, A mi me gusta poner de ejemplo una naranja. Ud. Abre una naranja, y ve que la fruta viene en gajos, y cada gajo en una bolsita, me parece perfecto. No creo que surja ese orden de la nada. Tiene que venir de una mente brillante y sin límites, el gran maestro. 

Otro ejemplo, si la tierra se moviera un poquito más de donde está hacia el sol, no habría vida, debido al calor, y se retirara un tantito más hacia atrás nos congelaríamos, y si la velocidad con la que gira se detuviera o se acelerara, se provocaría un caos en las leyes de gravedad.  

Cuando uno ve, todos esos prodigios de la naturaleza y sus maravillas, no puede uno dejar de sorprenderse y reconocer nuestro ignorancia ante tanta magnificencia, de hecho el científico estadounidense  que pisó la luna, por primera vez, pronunció “Padre nuestro, santificado sea tu nombre”. Si él y otros tantos científicos de renombre se rinden ante esa verdad, porque uno no aprender un poquito de ellos. 

- ¿Le gusta el arte, la poesía?
- sí, pero tengo mala memoria, no me sé ninguna estrofa, de ninguna  poesía. 

- ¿Podría recitar al menos algunos renglones, de la que mejor se acuerde en este momento?
- “Quiero morir cuando decline el día, en alta mar y con la cara al cielo; donde parezca un sueño la agonía, y el alma, un ave que remonta el vuelo”. 

Terminamos las dos tazas de café, luego de aproximadamente dos horas de estar platicando. Pusimos fin a la entrevista y nos ofrecemos a acompañarle hasta su domicilio, a dos cuadras y media, de donde estábamos, agradece y niega, lo vemos doblar la esquina y me digo, allá va, el hombre de buena platica, Profesor Hermelindo Jan Roblero, un buen conversador motozintleco. 

viernes, 11 de noviembre de 2011

DIA DE MUERTOS, EN EL BARRIO LAS CRUCES

Esdras Camacho Texto y fotos El 1 de noviembre día de muertos acudimos de paseo mi amigo Reydover Pérez Velázquez, colaborador del sitio de internet ESPACIO CHIAPAS, y un servidor de paseo al cementerio del barrio “Las Cruces” del municipio de Motozintla Chiapas, a unos 1300 metros sobre el nivel del mar. Como es costumbre en ese tipo de celebraciones, la gente desde muy temprana hora colocaba arreglos florales sobre la tumba de sus seres queridos, afuera del panteón los comerciantes ofrecían sus productos, elote hervido, tamales, empanadas, chicles, dulces, palomitas , naranja con chile, entre otros.
La intención era presenciar y atestiguar la manera de celebrar a sus muertos, los habitantes de ese lugar y de paso, tomar algunas fotos, como testimonio. Ese día, los pobladores se reencuentran con otros habitantes que han emigrado hacia otros barrios, pero que regresan en ese día como parte de la tradición mexicana, el total de asistentes en total, suman a lo mucho trescientos.
Nuestra presencia fue advertida desde el momento mismo que descendimos del vehículo, compramos unas naranjas con chile y posteriormente nos pusimos a tomar algunas fotos. Ingresamos al panteón y cuando habíamos caminado a lo mucho treinta metros, un grupo de señores, con quepí y tolete, nos detuvieron y nos preguntaron la razón de nuestra visita, y porqué tomábamos fotos, volteamos vimos que al menos unos quince polícias rurales, estaban detrás de nosotros, y más atrás observé, se acercaban, rápidamente otros diez o doce, intrigados, igual que nosotros.
El mayor de ellos, don Macedonio Velázquez Domínguez, nos pidió identificarnos y nos dijo que ellos tienen la obligación de resguardar a la población y que lo hacen en forma voluntaria, y que por razones de tranquilidad de la población nos preguntaban, su tono era neutro. Explicamos que también nosotros teníamos familiares muertos enterrados. Por suerte el abuelo de mi esposa está sepultado ahí, y que veníamos a disfrutar de la fiesta tradicional, en son de paz y sin ninguna mala intención. Aprovechando el desconcierto, don Guadalupe Reyes, otro de los policías rurales, nos dijo, como en un susurro y en tono de súplica, “pero nosotros trabajamos desde temprana hora, y sin apoyo, ustedes van a dejar una cooperación”. Entendí que nos pedían algún pago, le dije que a la hora de la salida, los buscaba, pues no llevaba cambio. Comprendiendo o entendiendo el avionazo, don Macedonio, me tomó del Brazo y me dijo, en tono amistoso, pero nos van a tomar fotos…. ¡con todo gusto!, le dije y nos tomamos como unas 3 o 4 fotografías, para recordar el momento.
Nos llamó la atención, como se organizan los trabajadores de la seguridad del barrio, pues sin uniformes, sin instrucción de ninguna índole, sin recursos económicos y con pocos instrumentos de trabajo, cumplen su labor, son más aguerridos, que los de la zona urbana, que esos te miran pasar jugando un arma punzocortante y más por desidia que por temor, no preguntan algo, y los de esa comunidad, montaron todo un operativo, que incluyó además de un interrogatorio, un presunto intento de chantaje. Así fue, como estuvimos unos veinte o treinta minutos viendo la celebración típica de todos los mexicanos en esta cordillera de la Sierra Madre de Chiapas, que separa las aguas que alimentan el golfo de México al lado Norte y al Océano Pacífico al lado sur. Tomamos algunas gráficas, de las marimbas y sus ejecutantes que bajo los efectos del alcohol, improvisan remixes de distintos géneros, de la gente que aprovecha para enamorarse y otros más que solo llegan a tomarse el aguardiente, que los dolientes, han dejado como ofrenda sus difuntos.
Al salir, Reydover, dice: “y si les hubiese dicho que soy periodista y le sacaba la credencial, tal vez, así no nos pedían dinero,”. - Cállate, si hubieses sacado credencial, capaz que hasta un tu rato te encierran, en sus mini celdas, que en mismo panteón tienen” – le digo.