sábado, 29 de febrero de 2020

Gregorio Mejía Melgar - Entrevista


Gregorio Mejía Melgar de 72 años, habitante de la ciudad de Motozintla, nos concede la oportunidad de conocer más acerca de su etnia, la Cultura Mochó.

Este jueves 25 de julio del 2013, a las doce diez de la tarde, acudimos a donde nos dijo nos esperaría, luego de que mi compañero Reydober Pérez Roblero y yo lo buscamos con anterioridad para explicarle nuestro proyecto.

¿En que consiste?

Realizamos una serie de  entrevistas a personajes que con su estilo de vida, nos permita conocer a fondo las raíces y cimientos de nuestro presente como sociedad.

Mediante la entrevista, es muy valioso lo que aprendemos, decía uno mis maestros cuando lo entrevisté: Estar aquí contigo, conversando y aprendiendo de ti, es estar haciendo un posgrado".

Don Gregorio, nos recibe en la capilla ubicada en el Barrio Chelajú, pero nos advierte que ahí no puede conversar con nosotros, pues es la casa de Dios, y es su responsabilidad no mezclar lo que qué es él y sus aficiones con el respeto que le debe a su responsabilidad como vigilante de ese lugar.

Cerró la puerta y nos encaminamos  a un patio baldío  cercano de su casa.

Fluye su conversación, indica que no estudió, él no, sus otros tres hermanos sí. "Yo no fuí a la escuela, pero lo que si se que ahí se debe aprender es el respeto a los otros". Dice con una seguridad y certidumbre de que la vida nos coloca a cada uno en su lugar.

Escucho por alrededor de cincuenta minutos sus recuerdos.

La construcción de la iglesia, el mercado que era donde  ahora está el auditorio municipal. Los grandes comercios donde vendían de todo, su vestimenta de manta, sus amigos, las maneras de curarse sin doctor.

Hablando de Cantinas, dice no habían burdeles, los burdeles estaban en huixtla. "El trago era de los buenos, Venecia de color amarillo, con su cañita flotando... el que venden hoy, dicen que es trago bueno, pero mentira es procesado con químicos, blanco, por eso la gente se enferma del estómago, pronto muere por beber eso".

- ¿Cómo se fue perdiendo el uso de la lengua materna?

- A los profesores de primaria, no les gustaba que los niños hablaran en Mochó dentro de su escuela; ¡Callénse!, gritaban. - saber que estarán diciendo esos indios - Decían. Entonces los niños tenían que obedecer, porque estaban aprendiendo. Al llegar a casa y escuchar a sus papás, pensaban que era malo. Y los papás por querer que sus hijos aprendieran, y no los discriminaran, les hablaban en Castellano. Solo.

- Y ud, ¿transmitió a su familia ese idioma?.

- Sí, pero les está costando, más bien, como que no quieren, no quisieron.Para mí, mi idioma es una gran herencia que Dios me dio.


- ¿Cuántos hablantes de Mochó, quedan en la región Sierra?

- Tal vez unos cien, y nos reunimos en la casa de los Priostes, para la celebración de la fiesta en honor a San Francisco, Patrono de nuestro pueblo.

Dice sentir tristeza de que los tiempos en Motozintla, han evolucionado y se han perdido los valores sociales humanos.

"Cuando un candidato a la presidencia perdía, lo aceptaba  y  no había pleito, yo me extrañé ahora que un candidato que inconforme con el resultado se impone a través de  otros recursos".

- ¿Motozintla, seguirá siendo una ciudad progresista... o se acerca su fin?

- Es triste que la gente no entienda la justicia, y que le den la razón al dinero. Antes no había patrulla, no había carro, los policías solo andaban con "tórtola", recogían solo bolitos en la calle, y al otro día lo sacaban a barrer la calle, ahora ya no, ahora solo corrupción, en donde gana el que tiene dinero y no el pobre.

Para Motozintla mis respetos, para la gente que lo gobierna, allá ellos....