viernes, 20 de agosto de 2021

Volver a Motozintla

 La historia del cortometraje

#VolveraMotozintla




El año 2020 tuvo para con los artistas de Motozintla una conjunción de esfuerzos que culminó con una realización cinematográfica llamada “Volver a Motozintla”, esta puede apreciarse de manera gratuita en el conocidísimo sitio de vídeos youtube, clickeando este título. 


La actuación es la mayor parte de las veces espontánea, pues los artistas que participaron con solo la idea de lo que se quería transmitir fueron interpretando el papel asignado según su intuición y su aprehensión de la historia; asimismo las escenas fueron modificadas y corregidas del original con un ánimo flexible para embellecer la historia, por ello no hubo obstáculo que no pudiera superarse.  


La historia es la suma de muchas otras escuchadas, conocidas, vividas y que reflejan el anhelo de la canción que dice “Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida, Y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas”. 


Imagino que la gente se malhaya de lo fugaz que es la juventud y de no apresar nada. Pero en la recta final de la vida, cuando uno sabe que se acerca al desenlace del destino, se lamenta más de las cosas que no hizo, que las cosas que en el presente puede hacer, surge entonces la melancolía que el poeta  Neruda escribió atinadamente: “Es tan corto el amor y tal largo el olvido. 


El alma deja de inspirarse y de florecer cuando no se es feliz, y no se es feliz si la nostalgia de los años maravillosos comienza a perder sabor. 








Don Fernando parte de su ciudad natal para no volver en 50 años, y donde hace su vida de adulto engendra sus hijos que llegan a escalar posiciones de libertad financiera, más no cultivan el mismo respeto a la vida, ni a los recuerdos de su padre. Una tarde luego de haber pasado una larga temporada de agonía, donde Fernando decide escaparse de sus hijos para perderse en donde no puedan encontrarlo, y donde supone está  aún, la alegría de su primera infancia. 


La vida nos pone oportunidades de manera continua, y nuestro olfato o talento, o sexto sentido… o sentido común o no común, nos lleva serpenteando como el conejo del cuento de Alicia en el país de las maravillas, mostrando los distintos niveles de aprendizaje en cada etapa, pero siempre son oportunidades. 


Por esto agradezco a quienes tomaron acción junto conmigo para mostrar esta ilusión, esta historia que es la historia de muchos que partieron en busca de una mejor vida, y nunca volvieron y así nosotros los que nos quedamos le rendimos un merecido recuerdo, un merecido homenaje. 


A todos los integrantes del Grupo Pakal, al fantástico creador  y ejecutante de la música original y recreación de melodías selectas de autores motozintlecos, Valentín Abrego, la intervención de Víctor Hugo Roblero González, el entusiasmo en la codirección de Jesús López Verdugo, la dirección de Cámaras de Alberto Herrera y finalmente al personaje central que a sus ochenta años, se puso a jugar con nosotros en esta gran aventura de otros artistas que no han olvidado el territorio más feliz que tiene un ser humano que  es la felicidad de ser niño, don Hermelindo Roblero Zunún. 


El acompañamiento de los camarógrafos, Jesús Adrián y Reydober Pérez Roblero, son valiosos por demás. 


A quienes intervinieron, mis reiterados agradecimientos y mi reciprocidad en el servicio para con cualquier proyecto que emprendan y la promesa de amistad se extiende para con sus hijos. 


El destino está siempre al horizonte del infinito. Nuestro destino será siempre una expectativa, y el destino está en permanente construcción. 


Deseo esta entrega sea inspirador para todos y se continúe con el ejemplo de minimizar las diferencias y maximizar las coincidencias. 





Agosto de 2021

Esdras Camacho


martes, 17 de agosto de 2021

Prodigioso Cuilco

 Prodigioso Cuilco

Esdras Camacho / Crónica

La línea divisoria entre México y Guatemala en muchos puntos poblacionales, es imaginaria.

 Amatenango de la frontera en la región Sierra de Chiapas es entre los coterráneos: una frontera amigable; los habitantes de ambos lugares son una comunidad que comparte con amabilidad el intercambio comercial necesario y benéfico. 

Sorprendente pero ordinaria es la violencia esporádica de grupos con intereses de enriquecimiento a costa de la salud de propios y extraños, con el consumo, traslado y venta en gran y menor escala de mercancías ilegales, esto empaña de cuando en cuando la tranquilidad de las familias de este lugar, son las consecuencias del equivocado sueño de vida americano; no obstante en la interacción con los vecinos,  se percibe un buen ánimo y una voluntad de fraternidad para con los extranjeros y visitantes. 

El segundo fin de semana del mes de agosto de 2021, por la tarde invité a mi amigo el historiador Ulises Flores a hacer un recorrido en motocicleta por las cumbres de las cordilleras que bordean la frontera;   deseaba capturar con la lente de la cámara fotográfica  algún paisaje singular como los muchos otros tantos que ofrece la región donde radico: Motozintla. 

Una ciudad vieja y a la vez próspera es la municipalidad de Cuilco Centroamérica. Cercano a la Frontera con México, (40  kilómetros aproximadamente), para llegar a este lugar –desde Amatenango-,  hay que abordar camionetas de las llamadas 4 x 4, idóneas para terrenos accidentados orográficamente. 

A cierta distancia nos detuvimos a preguntar sobre la ubicación de la iglesia y un señor de nombre Felipe, nos dijo que era ministro de la iglesia, que se sabía todos los coros, alabanzas, rituales y  predicas y que era un devoto firme de la fe católica “¿y, ustedes?, cuestionó. Afirmamos a fin de no continuar con la charla, pues el tiempo iba transcurriendo y deseábamos aprovecharlo no en pláticas, sino en viaje. La población es Canibal, una de las aldeas aledañas a la municipalidad. 

Horno de cal y Guachipilín son las aldeas siguientes, que en nuestra carrera veloz, dejamos de visitar a fin de llegar con la luz del sol, a nuestro destino. 

En el trayecto del camino una calle se quiebra por un obstáculo, es una iglesia de aspecto pueblerino, un edificio que se calcula del siglo pasado y que luego supimos era la primera iglesia de la ciudad, contrariados bajamos para descansar del recorrido y al tiempo interrogamos: 

- ¿Qué iglesia es?

- La católica

- Sí, pero de qué lugar

- De Cuilco. 

Nuestra sorpresa fue evidente, pues aunque no conocíamos, ni teníamos referencia, esperábamos una ciudad de mayores dimensiones, ya que según los connotados cronistas del siglo pasado, Cuilco fue la capitanía política y eclesiástica mayor en la región, aún después de la anexión de Chiapas a México en 1824. 

Propuse comer y le entramos con vehemencia a los tacos de res, que nos sirvieron en una taquería central, acompañados de la gran cerveza Gallo, un referente necesario en la cultura del disfrute etílico en grados menores. 

Después recorrimos el centro de la ciudad, que es bastante modesto. Ulises Preguntó por la oficina del Archivo Histórico, y el guarda del ayuntamiento dijo que no sabía si existía eso, yo le dije pregunta por la biblioteca, pero tampoco supieron orientarnos. Concluyó la voz. “Es fin de semana, cualquier cosa a partir del lunes”. 

Pudimos cambiar algunos pesos para el pago del hospedaje y la cena, hicimos otra inspección al centro de la ciudad y sus conexiones cercanas con otras aldeas, y alrededor de las ocho de la noche, porque el horario entre México y Centroamérica es distinto, creíamos que ya era muy tarde, decidimos descansar. 

La ciudad tiene un espíritu comercial de dimensiones robustas. En cualquier casa de las cuatro calles principales, locales comerciales que ofrecen abarrotes, ropa, comida o licores, también hay personas que ofrecen golosinas, chacharero y legumbres o cereales comestibles como botana sobre las banquetas del primer cuadro de la ciudad. 

En muchas partes de las localidades asentadas a la orilla de un río, cada cierto tiempo sufren los estragos del maltiempo   (llamados tormentas tropicales) , común en los municipios de la Sierra Chiapaneca, principalmente Motozintla en el territorio mexicano, pero acá en Cuilco Huehuetenango Centroamérica, da la impresión de que el río ha respetado las construcciones de viviendas a su paso, el rio parece manso, apacible, tierno y mágico; tan mágico que de acuerdo al testimonio de mi acompañante sobre el río navegaban en el pasado - desde Cuilco pasando por todas la aldeas aledañas - navegantes en cayucos, canoas y  botes de dimensiones sostenibles, que al pasar por territorio Mexicano provocaban el temor, el azoro y la turbación de los curiosos. 

El día siguiente,  (Domingo) fuimos a hacer unas fotos al mirador  de “ La Cruz Regional”, brevemente visitamos el mercado, desayunamos, comprobamos algunos precios de algunos enseres básicos, sin comprar nada, pues no teníamos más que 40 quetzales, que alcanzó para dos desayunos y dos suvenires de tela bordada, para testimoniar nuestra visita a esta ciudad. 

El regreso fue igual de interesante que nuestra llegada, pasamos a ver unos balnearios de aguas termales, que la población de “Agua Caliente” ha puesto, ya que  se benefician con manantiales de agua de alta temperatura que fluye de las montañas del principio de los Volcanes Tacaná y Tajomulco. 

Regresamos con un agradable desconcierto de descubrir maravillas ocultas en la frontera, el río de Cuilco  puntual con su sonido nos mantuvo en una nitidez espiritual, más allá del lenguaje humano.







jueves, 5 de agosto de 2021

La foto panorámica de Don Luis Lío

 #OdiseasPosmodernas

La foto panorámica de Don Luis Lío. 


(Exhibida permanentemente en la Casa-Museo Tata Herme)



Con el avance tecnológico, la sociedad ha ido perdiendo la capacidad de asombro. 



Un golpe de manzana provocó en un investigador el desarrollo de una teoría, donde contempló la causa y el efecto y  hoy ese fenómeno,  generaría si acaso,  una ligera reflexión de elegir mejor otro lugar para seguir descansando. 


La curiosidad que fue nuestro atributo inmejorable como raza humana para diseñar y proponer otras formas de vida, hoy,  se ha vuelto solamente una palabra además de extraña, inferior. 


Lo que sostiene el mundo moderno hoy, fue la invención, la recreación y la continua búsqueda de desenmarañar lo que en el ayer fue  misterioso, y ahora quedan pocos misterios y los pocos que quedan están en el olvido. 



Vemos pero no imaginamos. 


La comunicación como cualquier arte es a la vez ciencia, nos conecta y permite ir hacia donde elevemos nuestra categoría de simples mortales. Todo arte nos hace soñar, nos hace imaginar, y nos hace vivir de manera intangible un estadio sublime de la existencia propia. 


El arte y la ciencia se han hermanado y se entrelazan desde el principio de su aparición. ¿Qué los une?:  el deseo de transformar, el anhelo de descubrir y la finalidad de provocar una mejoría en el otro. 


Por ello el poder de esta imagen, uno puede al observar con detenimiento, viajar (como si de una capsula del tiempo - imaginaria por supuesto) hacia el Motozintla de la década de los sesenta, en la que alrededor del centro de la ciudad hay casas con amplios patios, jardines y parcelas en las que transcurría un estilo de vida pacifico, sosegado y en armonía con los otros elementos. 


Podemos clasificar algunas casas de la clase económica alta muy bien ubicadas y otras sin la ostentación, incluso algunas que al parecer llevan tiempo esperando un techo de lámina o teja que las complete. 


Vemos la construcción de la Escuela Primaria Ilhuicamina  con la primer planta terminada, el techado como de dunas del antiguo mercado "Efraín Aranda Osorio", se distingue apenas la fachada de la segunda iglesia católica, construida en el mismo lugar de la anterior;  ya con repello blanco, entre sombras el edificio donde estuvo una famosa ferretería de don Hermelindo Jan, la "Panamericana", el famoso "Hotel Cossio", entre otros edificios. 


También se admira la iglesia de Guadalupe, en el emblemático barrio del mismo nombre, donde con orgullo aún  en estos tiempos, algunos de sus pobladores se asumen como legítimos mochó; el campo de aviación que fue visitado por dos de los pilotos más reconocidos a nivel internacional, Lutman y Sarabia. 


Los terrenos donde la gente daba varios usos a sus propiedades, y eran en época de lluvia sembradíos y en época de seca, potreros. El Malé desde siempre desde el vecino municipio de "El Porvenir" como la muralla que nos vigila o que nos incita a conquistar. 


Nuestro benefactor, don Luis Lío toma esta imagen quizá por encargo, pues él fue un fotógrafo que cubrió distintos actos sociales, desde un punto donde puede tenerse una perspectiva casi completa del Motozintla de su tiempo, su población en la zona urbana quizá tendría unos 6 o 7 mil habitantes, y fue  rescatada de un archivo improvisado de imágenes varias, entre retratos y otros paisajes que se van difuminando por la tinta envejecida, pues una fotografía con el paso del tiempo sufre un deterioro, por su nieto Gabriel Valentín Ábrego Lío, que a su vez nos la cede para acrecentar nuestra galería de fotos históricas. 


La foto ahora puede apreciarse, impresa un formato más amplio en la casa museo Tata Herme donde a partir del mes de agosto de 2021 se muestra a aquel que quiera verla. 


Los que al ver la foto conectarán con ese algo que está más allá de los sentidos, serán quienes recuerden los suspiros de los mayores al referirse a aquel pueblo pequeñísimo cercado por cerros, bordeado por ríos y enclavado en las alturas de las montañas con un clima templado, y el encanto de la paz rural.


Uno puede  hacer ciencia social, y también inspirarse en el placer de las generaciones que nos antecedieron de haber cohabitado al amparo de los esplendorosos manantiales que alimentaron el ganado, refrescaron a los bañistas y dieron un fruto a su paladar con la cantidad de arboles que se observan. 


Esta fotografía es la oportunidad de asombrarse, de emocionarse, de conectarnos con el Motozintla eterno y de reconocernos como hijos de un mismo suelo y habitantes de un mismo sueño. 



Esdras Camacho 

Agosto 2021