martes, 20 de mayo de 2025

Allá en el campo de aviación



Yo recuerdo cuando fui niño, algunas veces íbamos al campo de aviación en Motozintla, que era zona de esparcimiento para las familias, algunas iban a estudiar, leer, ver el cielo, jugar pelota, jugar a las atrapadas, beisbol, volibol, volar barriletes, etcétera. Y cuando comenzaban las lluvias íbamos a buscar los nidos de zompopo y recoger hongos “ishcabilack”


El campo de aviación tenía varios usos, allí también pastaban animales de corral, y ganado porcino, equino y vacuno. Allí llegaban algunos a aprender a conducir, carro, bicicleta o cualquier vehículo, algunos aprendieron allí a besar, allí se citaban con sus enamorados, a beber por primera vez bebidas alcohólicas, y otros hacerse respetar con los puños. Esa zona era bastante importante en el ocio de la sociedad de esa época.


Cualquier día de pronto, se escuchaba en el cielo primero un sonido lejano, luego más cerca el rugir de los motores de la avioneta. Hacía allá íbamos en bandada los curiosos a ver quien había venido y que aspecto tenían. Esto recuerdo ocurría con frecuencia. 


Corría el río Chelajú, era un río lodoso, de aguas fétidas, las personas lo atravesaban sobre grandes piedras procurando no caerse, algunos caían. Otros para evitar accidentes lo atravesaban descalzándose y caminando entre la corriente de aguas. 


También estaba ahí el gran campo de futbol soccer, referente significativo para la historia de vida de una o dos generaciones. Veía una pasión única entre los espectadores, que coincidía con la de los jugadores, algunos literalmente daban el alma en la cancha de juego. El campo no tenía césped, en las porterías colgaban las redes para atrapar las pelotas, pero esas redes debido al uso estaban ya incompletas y a la hora de anotar los goles, por la fuerza de los golpes a la pelota pasaban siempre de largo y había que ir por la pelota hasta los canales de desagüe. Recuerdo y vi que algunas veces los jugadores tenían que espantar a las bestias de carga o cerdos que ajenas a la emoción del partido se iban a echar dentro de la cancha despreocupadamente. 


En las tribunas, algunos con un boletito que habían comprado aguardaban expectantes la lectura a través de un viejo equipo de sonido el anuncio del ganador de la rifa de los pollos asados. 

 

Yo iba allí con mi bicicleta a jugar carreras, comprábamos alguna fruta o chicle con los pocos pesos que nos habían dado como gasto nuestros padres. Era una oportunidad para sentir el aire fresco que no se sentía en las calles, eran aires de libertad que acariciaban nuestra infancia. 


Cuando se hacían desfiles ya sea de conmemoración de la revolución o celebración de la independencia de México, éramos convocados allá, a primera hora. Los contingentes eran numerosos, porque desfilaban las escuelas completas, con todos los alumnos de primero a sexto grado en la primaria, de primero a tercero en la secundaria y en la prepa. Ya después idearon que se hiciera solo con una representación de todos los estudiantes. 


Allí me tocó ver a otros niños que se entretenían observando a escarabajos empujando diminutas bolas de estiércol de vaca. Esto era todas las tardes, los niños jugaban a robarles las bolitas, escondiéndoselas, y otros como yo, veíamos absortos eso. 


Recuerdo con nitidez a Víctor Hugo Roblero Hernández que con cámara de 8 milímetros en mano videograbó una tarde la atmósfera del lugar, estuve allí en medio de la poesía.  Estos recuerdos se unen a las de varios. Imágenes tatuadas en nuestra memoria. 


#EsdrasCamacho

20/05/2025


miércoles, 12 de febrero de 2025

*Un Tapachulteco por el mundo" Se presentó en Motozintla*

 

*Un Tapachulteco por el mundo" Se presentó en Motozintla*

 








El escritor Tapachulteco Hernán Becerra Pino presentó su más reciente obra el 11 de febrero de 2025 en el auditorio municipal de Motozintla, acompañado por miembros de la Asociación Cultural Oro de Motozintla. El evento fue conducido por el Mtro. Hazael David Pérez González, quien destacó que uno de los objetivos de la asociación es promover la creatividad, el conocimiento y la apreciación de las bellas artes.

El guitarrista Adolfo Eugenio Soto Roblero cautivó a aproximadamente doscientos asistentes, que incluían profesionales, estudiantes de la Preparatoria del Mariscal y del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 243, así como invitados especiales como Hermelindo Roblero Zunún, fundador de la Casa Museo “Tata Herme”, y Magdalena Villegas, directora de la Escuela Secundaria del Estado Motozintla. Los presentadores Esdras Camacho Jagger y Victor Hugo Roblero González resaltaron la importancia de la narrativa testimonial del autor, quien ofrece valiosos datos para futuros viajeros.

Camacho Jagger expresó que "es un libro que puede inspirar a que los lectores decidan también emprender la aventura de viajar, porque viajar es leer el mundo". Roblero González añadió su agradecimiento por elegir Motozintla como sede para esta primera presentación en Chiapas, deseándole al autor mucho éxito.

La obra "Un Tapachulteco por el mundo", publicada en 2024 por el Gobierno del Estado de Chiapas a través del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, consta de 152 páginas donde Becerra Pino reflexiona sobre historia, economía, turismo, política y gastronomía, compartiendo sus experiencias en más de 120 países.

La realización de este evento ha tenido un impacto positivo en la comunidad local al fomentar el interés por la literatura y las artes. La presentación promovió un sentido de unidad y colaboración entre diferentes sectores de la sociedad. Además de fortalecer y estimular el turismo cultural en la región.