domingo, 8 de diciembre de 2013

El fuego de mi hogar


Hay una canción que me gusta  y le canto a mi niño cuando va a dormirse, dice: " Solo Dios que me vió en mi amargura, supo darme consuelo en tu amor, y mandó para mi tu ternura, y así con tus besos borró mi dolor". 

Hoy 08 de diciembre, domingo que me invitó Vicky a desayunar fuera de casa, fuimos a buscar un restaurant donde hubiese comida con sabor a campo, antes de llegar a Rivera Morelos degustamos el tradicional caldo, de postre unas granadillas que yo mismo corté en lo alto del árbol en donde estaba enredada la guía de esa planta. 

Halyl que cuando ve las praderas pide ver caballos, tuvo suerte... hallamos un burro a un lado de la escuela, atado a un poste, como vimos que era manso, lo subí para alegría de él y de sus padres que dimensionamos esa felicidad infantil cumplida por una promesa que continuamente le hacemos al salir de casa: "iremos a ver un caballo". 

La comida muy sabrosa, el precio muy económico, los paisajes de la Sierra esplendorosos, nuestro ánimo y espíritu complacidos.


Es lo que disfrutamos, una maravillosa mañana para cargar energía, y hoy que vuelvo a ver la foto digo, muy cierto estos tipos chiquitos Gretel, Vicky y Halyl, son el fuego de mi hogar, y mi mayor bendición.

Besos.


PD.- Halyl no montó un caballo, pero él no se entera, el chiste es que parezca.

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