martes, 11 de noviembre de 2025

ODISEAS POSMODERNAS

Odiseas posmodernas es una reflexión profunda sobre los imaginarios y las nuevas divinidades que gobiernan las estructuras dominantes en la actualidad. Desde una escritura crítica y evocadora, la columna explora los mitos modernos, los símbolos sociales y las narrativas culturales que moldean la vida en tiempos de incertidumbre y cambio.







 

jueves, 6 de noviembre de 2025

Era el año 1992 #Motozintla

ESDRAS CAMACHO: Días de bachillerato: #EsdrasCamacho 

Era el año 1992 y nos tocaba el nivel medio superior. El desafío era el examen de admisión, la matrícula era reservada para 80 y tantos alumnos de nuevo ingreso. A mis amigos les decía: "El que nada sabe, nada teme", pero yo temía no acreditar y me preguntaba ¿Qué camino seguir? Días antes del examen, los maestros convocaron a un curso propedéutico donde vimos a algunos que permanecerían y a otros que no.

 

La escuela estaba ubicada en las afueras de la ciudad, daba la impresión de haber sido un campo de cultivo o pastizal para ganado. El edificio era seminuevo, algunas aulas estaban recién construidas, iluminadas y ventiladas. En la plaza cívica se distinguía un pequeño templete para izar la bandera durante los homenajes. No recuerdo mucho de eso; quizá no había homenajes, o quizá yo no asistía.

 

El horario era de 3 de la tarde hasta las 9 de la noche. Vespertina, ya que la mayoría de los maestros enseñaban por las mañanas en la secundaria Diurna del Estado Motozintla. Esto también permitía a los alumnos aprovechar la mañana para hacer las tareas en la biblioteca o ayudar en casa con las labores domésticas.

 

El ingreso era ordenado, pero la salida era un tumulto; a veces formaban una gran cadena de brazos humanos y a veces se les ocurría hacer la travesura de atravesar un viejo chasis de un vehículo abandonado, para imposibilitar el tráfico vehicular.

 

La mayoría de nosotros íbamos en bicicleta. El camino de ida tenía una inclinación, siguiendo el cauce del río; disfrutaba sintiendo el aire que se formaba en una bolsa entre la tela de mi espalda y mi piel. Al llegar, estacionábamos las bicicletas frente a la oficina de prefectura, junto a una docena o veintena de otras.

 

A veces, al regresar conducíamos con la mano izquierda en el manubrio mientras caminábamos. Recuerdo que aquellos que no tenían ni novia ni bicicleta se ofrecían a traerlas de vuelta a la zona urbana y dejarlas en el domicilio del propietario.

 

En dos o tres paredes se apreciaban murales de Delgadillo, un destacado pintor, escultor, grabador, muralista y activista político que fue invitado por profesores afines a la ideología política de izquierda en los primeros años de la década de los 80. Para 1994, la Secretaría de Educación instruyó borrarlos por temor a que la población siguiera teniendo como máxima la lucha por la justicia social.

 

Se nos informó que debíamos llevar uniforme, idea que a algunos no les convenció, pero todos debíamos aceptar. Debido al poco personal, los alumnos descubrieron unos desperfectos en la malla perimetral por la parte trasera, junto al canal de desagüe, por donde se colaban. Otros esperaban en la tienda de enfrente, sabiendo que después de las dos primeras horas quitaban el candado del portón y podían ingresar sin dificultad.

 

Algunos maestros nos daban una, dos o tres hojas para estudiar para el examen; otros llenaban el pizarrón de números, logaritmos, polinomios, escalas, curvas cuadráticas, entre otros. En el laboratorio de química, se nos invitaba a descubrir las moléculas de una gota de sudor, saliva, sangre o semen.

 

El maestro Daniel Corona nos animaba a ver por las ventanas el verdor de los cerros, diciendo: "El verde es el único color que no daña la retina". Gumán Coronado nos hablaba del cooperativismo rural, Salazar de Rubén Darío y su "ya viene el cortejo", Catalli de los productos notables y algebraicos. En esos días, comencé a frecuentar la biblioteca: "¿Qué libro necesitas? Te paso los de química, física o matemáticas". Sin embargo, yo solo quería seguir leyendo la nueva antología de poesía mexicana y otros más.

 

Anualmente se realizaban concursos de declamación y oratoria, dónde se seleccionaba a quienes representarían a los destacados en los eventos regionales y estatales. Algunos tuvieron el privilegio de demostrar su talento en ciudades grandes. No a todos les interesaba, por eso durante esas horas se quedaban en la plaza cívica escuchando a otros que llevaban sus guitarras y cantaban canciones de Juan Gabriel, El Tri o los Temerarios.

 

En 1994, un año antes de mi graduación, uno de los profesores de ciencias sociales nos compartía semanalmente los comunicados del líder del movimiento armado de la selva lacandona. Él deseaba que tomáramos conciencia de la afrenta a la sociedad del neoliberalismo, del perjuicio de la macroeconomía en los bolsillos de las familias mexicanas, del despertar de la conciencia a través del discurso poético y literario del Sup. Nosotros, sin embargo, solo pensábamos en las atractivas compañeras de primero a tercero que provocaban suspiros arrebatados de amor y desengaños con sus miradas.

 

Lo que tuviera que pasar, sucedería. El futuro estaba aún lejos.

 

Eran nuestros días de bachillerato.

 

ODISEAS POSMODERNAS

martes, 20 de mayo de 2025

Allá en el campo de aviación



Yo recuerdo cuando fui niño, algunas veces íbamos al campo de aviación en Motozintla, que era zona de esparcimiento para las familias, algunas iban a estudiar, leer, ver el cielo, jugar pelota, jugar a las atrapadas, beisbol, volibol, volar barriletes, etcétera. Y cuando comenzaban las lluvias íbamos a buscar los nidos de zompopo y recoger hongos “ishcabilack”


El campo de aviación tenía varios usos, allí también pastaban animales de corral, y ganado porcino, equino y vacuno. Allí llegaban algunos a aprender a conducir, carro, bicicleta o cualquier vehículo, algunos aprendieron allí a besar, allí se citaban con sus enamorados, a beber por primera vez bebidas alcohólicas, y otros hacerse respetar con los puños. Esa zona era bastante importante en el ocio de la sociedad de esa época.


Cualquier día de pronto, se escuchaba en el cielo primero un sonido lejano, luego más cerca el rugir de los motores de la avioneta. Hacía allá íbamos en bandada los curiosos a ver quien había venido y que aspecto tenían. Esto recuerdo ocurría con frecuencia. 


Corría el río Chelajú, era un río lodoso, de aguas fétidas, las personas lo atravesaban sobre grandes piedras procurando no caerse, algunos caían. Otros para evitar accidentes lo atravesaban descalzándose y caminando entre la corriente de aguas. 


También estaba ahí el gran campo de futbol soccer, referente significativo para la historia de vida de una o dos generaciones. Veía una pasión única entre los espectadores, que coincidía con la de los jugadores, algunos literalmente daban el alma en la cancha de juego. El campo no tenía césped, en las porterías colgaban las redes para atrapar las pelotas, pero esas redes debido al uso estaban ya incompletas y a la hora de anotar los goles, por la fuerza de los golpes a la pelota pasaban siempre de largo y había que ir por la pelota hasta los canales de desagüe. Recuerdo y vi que algunas veces los jugadores tenían que espantar a las bestias de carga o cerdos que ajenas a la emoción del partido se iban a echar dentro de la cancha despreocupadamente. 


En las tribunas, algunos con un boletito que habían comprado aguardaban expectantes la lectura a través de un viejo equipo de sonido el anuncio del ganador de la rifa de los pollos asados. 

 

Yo iba allí con mi bicicleta a jugar carreras, comprábamos alguna fruta o chicle con los pocos pesos que nos habían dado como gasto nuestros padres. Era una oportunidad para sentir el aire fresco que no se sentía en las calles, eran aires de libertad que acariciaban nuestra infancia. 


Cuando se hacían desfiles ya sea de conmemoración de la revolución o celebración de la independencia de México, éramos convocados allá, a primera hora. Los contingentes eran numerosos, porque desfilaban las escuelas completas, con todos los alumnos de primero a sexto grado en la primaria, de primero a tercero en la secundaria y en la prepa. Ya después idearon que se hiciera solo con una representación de todos los estudiantes. 


Allí me tocó ver a otros niños que se entretenían observando a escarabajos empujando diminutas bolas de estiércol de vaca. Esto era todas las tardes, los niños jugaban a robarles las bolitas, escondiéndoselas, y otros como yo, veíamos absortos eso. 


Recuerdo con nitidez a Víctor Hugo Roblero Hernández que con cámara de 8 milímetros en mano videograbó una tarde la atmósfera del lugar, estuve allí en medio de la poesía.  Estos recuerdos se unen a las de varios. Imágenes tatuadas en nuestra memoria. 


#EsdrasCamacho

20/05/2025


miércoles, 12 de febrero de 2025

*Un Tapachulteco por el mundo" Se presentó en Motozintla*

 

*Un Tapachulteco por el mundo" Se presentó en Motozintla*

 








El escritor Tapachulteco Hernán Becerra Pino presentó su más reciente obra el 11 de febrero de 2025 en el auditorio municipal de Motozintla, acompañado por miembros de la Asociación Cultural Oro de Motozintla. El evento fue conducido por el Mtro. Hazael David Pérez González, quien destacó que uno de los objetivos de la asociación es promover la creatividad, el conocimiento y la apreciación de las bellas artes.

El guitarrista Adolfo Eugenio Soto Roblero cautivó a aproximadamente doscientos asistentes, que incluían profesionales, estudiantes de la Preparatoria del Mariscal y del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 243, así como invitados especiales como Hermelindo Roblero Zunún, fundador de la Casa Museo “Tata Herme”, y Magdalena Villegas, directora de la Escuela Secundaria del Estado Motozintla. Los presentadores Esdras Camacho Jagger y Victor Hugo Roblero González resaltaron la importancia de la narrativa testimonial del autor, quien ofrece valiosos datos para futuros viajeros.

Camacho Jagger expresó que "es un libro que puede inspirar a que los lectores decidan también emprender la aventura de viajar, porque viajar es leer el mundo". Roblero González añadió su agradecimiento por elegir Motozintla como sede para esta primera presentación en Chiapas, deseándole al autor mucho éxito.

La obra "Un Tapachulteco por el mundo", publicada en 2024 por el Gobierno del Estado de Chiapas a través del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, consta de 152 páginas donde Becerra Pino reflexiona sobre historia, economía, turismo, política y gastronomía, compartiendo sus experiencias en más de 120 países.

La realización de este evento ha tenido un impacto positivo en la comunidad local al fomentar el interés por la literatura y las artes. La presentación promovió un sentido de unidad y colaboración entre diferentes sectores de la sociedad. Además de fortalecer y estimular el turismo cultural en la región.

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Oro de Motozintla A.C

 

Oro de Motozintla A.C

[Odiseas Posmodernas]


 

La asociación Oro de Motozintla desde sus inicios en el año 2022, planteó entre sus objetivos tener como misión la promoción y divulgación del arte y la ciencia a través de actividades educativas y culturales, fomentando la creatividad, el conocimiento y la apreciación de las bellas artes.

 

Es una asociación que agrupa a personas interesadas en propiciar un estilo de vida esperanzador y saludable, enalteciendo los talentos y habilidades de la sociedad. Este compromiso se asume por cuenta propia y contempla únicamente los propósitos ya mencionados. 

 

Aspiramos a crear un legado duradero que celebre la creatividad, el pensamiento crítico y la innovación. Nuestra visión es convertirnos en una referencia cultural y educativa en la comunidad, reconocidos por nuestra capacidad de inspirar y transformar vidas a través del arte y la ciencia.

 

Nuestra filosofía se basa en la inclusión, la diversidad y la igualdad de oportunidades. Creemos en el poder transformador del arte y la ciencia como medios para el desarrollo personal y colectivo.

 

Hasta el momento se han otorgado 6 nombramientos de “Hijos Predilectos de Motozintla” a personas que han demostrado una dedicación inquebrantable al bienestar de su comunidad, a través de trabajos voluntarios, desarrollo de proyectos sociales, fomento a la unidad y a la paz.

 

En conjunto con el Grupo artístico Pakal, se han puesto en escena dos cortometrajes en la que se aborda la exclusión y discriminación de grupos vulnerables. Se han presentado tres reseñas a cargo del Cronista Independiente de la Ciudad, presidente de la Asociación, profesor Víctor Hugo Roblero González. Con los artistas plásticos Francisco González, Jesús López Verdugo, Bere Matadamas y Dayver se han realizado una treintena de murales en distintas partes de la ciudad, siendo el más sobresaliente por sus dimensiones, el de la barda perimetral de la Escuela Primaria Federal “Ilhuicamina”.

 

El 8 de junio de 2024 se instalaron las letras monumentales que nombran la ciudad en la “Y Griega”. Trabajo que contó con la participación de todos en el diseño, manufactura, instalación y pintura, gracias al diseñador gráfico Eduardo Vázquez, allí se contó además con la participación espontánea de la ciudadanía que acudió a ofrecer bebidas y alimentos en los días de la instalación.

 

El Sr. Juan Dardón Velázquez, hijo de don Juan Dardón Robledo ofreció a la Casa museo “Tata Herme” el manuscrito original de “Páginas de mi vida” de don Juan Dardón Robledo, una hombre que fue presidente municipal a principios del siglo pasado,  del que solo habían tres ejemplares, su testimonio de vida clarifica acontecimientos del ayer que explican el presente, ofrece un panorama del contexto político de la sociedad de ese tiempo, por su trascendental aporte a la historia de la ciudad, se consideró viable y necesaria enviar a reimpresión, el libro reimpreso se presentó  el 26 de octubre de 2024.

 

Reunir, agrupar y enfocar los talentos de Motozintla, implica un gran esfuerzo, día con día se trabaja en superar las diferencias y mantener la mira a la construcción de una colectividad que beneficie moralmente a la mayoría.

 

Gracias al apoyo de quienes han contribuido con lo que han podido en la conformación de este pequeño gran Grupo Cultural. Gracias Rocío, Valentín, Jesús, Dayver, Bere, Ángel, Hazael, Gisela, Reina, Rodolfo, Mayra, Claudia, Vicky, Mari Jo, Karina y Víctor Hugo. “Individualmente somos una gota, Juntos un océano”.  

 

#EsdrasCamacho

20/11/2024

jueves, 4 de julio de 2024

En las venas de la literatura

 

Aquí

En las venas de la literatura 

hay más compañeros

divagantes, danzantes, refulgentes. 


En la perfección del silencio

Tantos personajes con rostros conocidos

Estrellan sus copas al darme la bienvenida. 

Aquí 


Me acuerdo de la magia olvidada. 

Hay un traje nuevo para mi

Cada día. 

Aquí. 


Todas las soledades se han vuelto pan. 

Aquí.  

Hoy, ayer, mañana. 

Aquí, en el infinito placer de la lectura. 

Aquí. 


lunes, 24 de junio de 2024

Pakal de Oro 2024


 Acabo de colgar la llamada telefónica que tuve con mi colega Reydober Pérez Roblero del Sitio Web de noticias Panorama XI, con motivo al viaje a la ciudad de México para obtener de manos de la fundación Hernán Becerra Pino la Presea “Pakal de Oro 2024”. ¿Cómo te sientes?, me preguntó.


Es un cliché, le dije, decir “estoy sin palabras, nunca creí que fuera cierto, pero eso es lo que siento, no tengo, no hay que pueda nombrar las emociones que nos generó ser condecorados Victor Hugo Roblero González y, yo con la presea Pakal de Oro de 2024 en la ciudad de México”. 


Tuvimos un gran recibimiento, el público expectante muy atento a los mensajes que ofrecieron todos los homenajeados, entre ellos la Famosísima Elsa Aguirre. 


Elsa Aguirre a sus 94 años mantiene su porte y gallardía. Expresó que únicamente estudió el sexto de primaria y una vez que probó la maravilla de la actuación, nunca lo dejó. Compartió que en el mundo de la farándula hay demasiadas voluptuosidades, y sus padres no veían con buenos ojos que ella estuviese siempre rodeada de atractivos galanes, a lo que ella respondió, “La que ustedes ven en la pantalla no soy yo… yo si soy real, y no me porto, así como allí”. 


Un artista sin imaginación, no es un artista enfatizó la gran diva del cine de Oro en México, muy puntual tal declaración, pues lo que nos transforma es la imaginación, ver lo esencial con el corazón, parafraseando a Saint-Exupéry. 


El quehacer del artista es producir magia, revelar lo oculto, convocar la luz del conocimiento desde horizontes paralelos. La responsabilidad que conlleva la presea me tiene absorto. 


Víctor Hugo Roblero González dedica a quienes le acompañan en sus locuras, la presea que la fundación Hernán Becerra Pino nos otorgó el pasado 21 de junio en el Centro de Estudios Universitarios Jurídicos en la Ciudad de México. 


El viaje que realizamos desde Motozintla fue de muchísimo aprendizaje. Conocer otros escenarios es también alimento para el intelecto. 


En mi intervención expreso “Tengo la esperanza que Motozintla, en un futuro cercano, sea más conocido por el talento que de sus habitantes emana día con día”. 


Personajes de la talla de Edgar Robledo Santiago, Federico Álvarez del Toro, Oscar Bonifaz, Marco Tulio González, Alejandro Solalinde, Ramón Xiraú, Armando Parra Lau, Elena Poniatowska, y muchos más han sido también merecedores de esta presea, el estar simbólicamente al lado de ellos, es para mí, un vértigo de poesía. 


Maestro Hernán Becerra Pino, ¡Gracias!. Sé que este reconocimiento conlleva la responsabilidad de seguir trabajando por el bienestar cultural de nuestra comunidad. El arte es una herramienta poderosa para promover la inclusión. 

sábado, 8 de junio de 2024

Letras Monumentales de Motozintla

 Cada cabeza es un mundo, reza el refrán popular. Con referencia, a que habitante percibe y actúa con base en sus propias y singulares interpretaciones.  


No hay dos personas iguales, pero tampoco hay dos pueblos similares. 


Los que compartimos el mismo suelo algo hay que está uniéndonos, interconectándonos. Ese algo es invisible, está en el terreno de lo abstracto, no siempre se puede manifestar. 


Cuando algún evento hace que se encuentren dos o más con intereses comunes, podría ser que haya una comunidad, pero también podría no ser que exista. 


No podemos sentir igual, pero casi. Y si nos fijamos en el casi, antes que en el no, podremos construir a partir de una idea, un evento que nos reúna. 


Desde la Pandemia del Covid en el 2020, en Motozintla tuvimos la ocurrencia de reunirnos algunos de los que tenemos pasión por las artes, cualquiera que sea, se convocó personas que intuíamos tenían alguna habilidad en el plano artístico o bien lo reconocían, apreciaban y promovían. 



En enero de 2022 Se presentó la antología de poesías hechas por autores de la región “Cantos de Amor a Motozintla” con la presencia de una buena cantidad de personas interesadas en el arte literario. Ahí también se descubrió que había muchos que se ofrecían a colaborar en un movimiento artístico incluyente, que tomase el valor de poner la mirada en donde ninguna institución lo había hecho. 


En octubre de 2022, a través de un acto de reconocimiento a personajes Motozintlecos destacados también se presentó uno de los cortometrajes hechos en colaboración con el grupo de actores de teatro independiente “PAKAL”. Este fue el punto de inicio para mantener la promoción y divulgación de más y más creaciones. 


Se confluyeron los talentos y las participaciones de tantos y tantas con inquietudes e ilusiones a favor de un encuentro de artistas así nació la Asociación Oro de Motozintla. 


El oro de Motozintla es un homenaje a una de las tantas leyendas de la ciudad, se nutre con los talentos de quienes les gusta la fotografía, el periodismo, la narrativa, la música, la arquitectura, la pintura, la danza, la escultura, el cine, entre otros. 


No recibe ingresos ni influencia de ninguna índole. Sus recursos provienen de sus propias cooperaciones económicas, su visión y misión se enfocan en compartir sin fines de lucro las creaciones artísticas de sus integrantes y de artistas o colectivos de artistas afines. 


Durante el 2023 se hicieron 25 murales en las distintas bardas de la ciudad. En el 2024 se inició, gracias a la colaboración de la autoridad educativa de la Escuela Primaria Federal “Iluhicamina” la creación de la línea del tiempo que explique las tres etapas de la historia de la ciudad. Este sería el mural más grande hecho por la asociación, hasta el momento. Son 42 metros lineales. 


El 8 de junio de 2024, se instalaron en la rotonda de la familia mochó, a la entrada de la zona urbana, las letras monumentales del nombre de la ciudad. Letras monumentales que fueron diseñadas y construidas por los integrantes de la asociación, con la finalidad de contribuir al embellecimiento de la ciudad que habitamos. 


¿Qué más falta por hacer?... Paso a paso, lo iremos descubriendo. 












viernes, 10 de mayo de 2024

En las calles de Motozintla

 En las calles de Motozintla

Desde la madrugada de los tiempos. 

Un gentío de voces

Nos anima a abrazar los desafíos. 

y en cada rincón 

Se forja la esperanza 


En las calles de Motozintla

El Desahogo y la nostalgia 

Hacen las pases. 

Mientras el viento teje y desteje su historia.  


En las calles de Motozintla

El poeta descubre instantes

Y los murmura agradecido, al futuro.


En las calles de Motozintla. 


#EsdrasCamacho

jueves, 2 de mayo de 2024

El Barrio donde viví

 


Ya no vivo en el él, pero él si vive en mí.

 

La dirección que indica mi identificación para votar con fotografía es el barrio en donde nací y crecí. Son 8 manzanas, y es de los más grandes de mi ciudad.

 

Aunque nunca lo diga, le tengo un gran aprecio aquellos vecinos que de niño tuve. Todavía nos saludamos y reconocemos con la mayoría.

 

El lindero de mi barrio empezaba ¿o terminaba?, en la tranca del camino a chimalapa, y terminaba en la casa de “Doña Luci” a la izquierda y a la derecha por donde está el auditorio de basquetbol.  

 

Recuerdo de niño mientras a toda velocidad escapaba de la lluvia en mi bicicleta me estrellé contra la pared de la esquina de mi calle y un vecino grandulón me tomó en sus brazos, diciendo como consuelo: “La lluvia no te va a hacer pedazos, no hace falta que corras, mírate ahora”.

 

Había una que decían que era bruja, y que su hija también la era, ellas vivían en la misma calle a tres o cuatro casas de distancia. El barandal de su puerta siempre estaba cerrado, las paredes eran bajareque encaladas, el piso siempre limpio, una tarea que conseguía a fuerza de lustrarlo a cada rato, aunque las calles siempre fueron polvorientas.

 

Ellas siempre andaban silenciosas, pero si uno les saludaba, respondían con total educación y amabilidad, yo siento que la buena educación rompe cualquier hechizo.

 

Mi hermana y yo, pusimos una tiendita de dulces, ocupaba en una mesita, ofrecíamos los chicles de cajita, los bubaloo, las mentitas, chocolates confitados y chupirules. La puerta era de tabla y cuando salíamos le poníamos un pasador con candado, pero si se le empujaba con fuerza, quedaba espacio entre las tablas cosas que unos vecinos de mi edad pero malcriados, mediante un alambre con gancho, hurtaron varias golosinas. Cuando fuimos a dar la queja con sus papás, ellos simplemente se rieron de la travesura, condonándoles el castigo y pagando un porcentaje de la venta.

 

Por eso creo que no me simpatizan en la actualidad.

 

En la esquina contigua a la que derrapé, estaba el matadero de reses. Varios de los hijos del barrio se estaban atentos, cuando los matanceros y destazadores hacían su labor; con el tiempo también aprendieron el oficio.

 

Los cercos de las propiedades eran de piedra o de arbustos, muy pocos de tabla y escasamente de ladrillos. Todos muy respetuosos, a pesar de que no había paredes de concreto, no se fisgoneban entre sí, cada quien a lo suyo.

 

Cómo no existía teléfono celular, los muchachos cuando querían reunirse para ir a un paseo, jugar o simplemente verse, se comunicaban con gritos los gritos onomatopeyicos y silbidos,  los que solo pocos entendían su significado en clave.

 

Conocí la cancha de basquetbol a tres cuadras de distancia, porque acompañaba a mi tío a verlo jugar, y lo acompañaba porque la pelota era mía, y tenía que cuidarla a la pelota, no a él.  

 

Ocasionalmente me enviaban a comprar azúcar o hielo, y por eso había que caminar las otras calles.

 

En una de las cuatro esquinas, está la casa de don Humberto, él fue si no el primero, de los primeros en tener Televisión a color en el barrio, una palomilla de muchachos, íbamos a pararnos en la ventana a ver lo que ellos veían, ese episodio se repitió al millón, y a todas horas.

 

La vecina de la calle de atrás, una ocasión que me vio con la tristeza a flor de piel deambulando me preguntó que sucedía, yo ya tendría unos catorce años, y le respondí que en casa mi mamá se había puesto mal, y que no tenía como ayudarle, que su dolor era muy intenso, ella velozmente se apersonó en el umbral de la casa y se llevó a mi madre al médico más cercano, “Por los gastos, no te apures, para eso somos vecinos”, dijo.

 

Mis recuerdos están ahí en el barrio Emiliano Zapata.